miércoles, 29 de febrero de 2012

La llegada del libro digital para competir con el tradicional

Hoy en día todos tenemos algún libro en casa, ya sea un libro de lectura, una enciclopedia o un libro de texto, y nos pensamos que el trabajo de copiar libros es tan sencillo como tocar un par de teclas, pero no nos damos cuenta de que hace unos siglos copiar un libro podía llevar diez años. Y es que antiguamente, para preservar y transmitir cultura, es decir, unas creencias y conocimientos, se escribían libros. Libros que se difundían en copias manuscritas por escritores, muchos de los cuales eran monjes y frailes dedicados exclusivamente al rezo y a la réplica de ejemplares por encargo del propio clero o de reyes y frailes. A pesar de que realizaban la función de copistas e imitadores de signos, no todos los monjes copistas sabían leer y escribir, por lo que en muchas ocasiones no entendían, lo cual era fundamental para copiar libros prohibidos que hablasen de medicina interna o de sexo.

La tecnología ha ido avanzando poco a poco hasta que aparecieron las maquinas de escribir y luego los ordenadores, por lo tanto, el trabajo es más rápido.

Hasta no hace muchos años era habitual ver a gente en el metro leyendo un libro, ya fuera un libro normal o uno de bolsillo, para que ocupara menos. Pero hoy, en la misma situación encontramos a más gente delante de una pantalla que de un libro, es decir, la tecnología ha avanzado hasta el punto en el que ya no es necesario cargar con el peso de un libro que puede llegar a ocupar mucho. Vivimos en la era de los e-books, que como ya he dicho son unas pantallas en las que puedes leer un libro cuando y donde quieras, sin pensar dónde meterlo.

Como todo, los e-books también tienen pros y contras. Por un lado, creo que es una buena idea, cómoda, teniendo en cuenta que pesa mucho menos que un libro y que lo puedes guardar en cualquier sitio. Por otro lado, con este nuevo aparato los libros se descargan de internet, por lo que tiene consecuencias en la venta de los libros. Además, no hay comparación entre tener un libro en la estantería del salón, donde ves los libros que tienes, y tener los libros descargados en una carpeta del ordenador.

Yo, personalmente, prefiero un libro tradicional que uno digital. Es cierto que los libros son caros y que un e-book te puede llegar a salir más rentable, teniendo en cuenta que cuesta como cinco libros y puedes leer todos los que quieras. Pero en algún momento el e-book dejara de funcionar, mientras que los libros los vas a tener siempre a mano.

martes, 28 de febrero de 2012

Redacción

¿DIGITAL O TRADICIONAL?

Hace unos años que los libros en soporte digital vienen pisando fuerte, amenazando con desbancar a los libros de papel, los tradicionales como los hemos conocido toda la vida. Contrariedad de opiniones han tenido lugar en torno a este tema, y al final del debate, se encuentra la pregunta del millón: ¿Digital o tradicional?

Por un lado, estamos, y me incluyo entre ellos, los muchos amantes de la lectura que no queremos dejar de sentir lo que sentimos al tener un nuevo libro entre nuestras manos. ¿Y qué hay del olor? Ese olor indescriptible a libro nuevo o libro viejo que tantos recuerdos puede llegar a traer. No creo que sean comparables los recuerdos y memorias que puedan llegar a guardar los libros tradicionales frente a los digitales, donde únicamente te encuentras ante píxeles. 

Sí es verdad, que a la hora de viajar por ejemplo, un libro electrónico puede ofrecer mayor comodidad y portabilidad, o que descargarse un libro digitalmente es más barato, porque hay que reconocer que los precios de los libros son bastante elevados. Muchas opiniones positivas en lo referente a los digitales se basan en su mayoría en el tema de la comodidad. Otros defienden la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos, que indudablemente están totalmente conectados a los avances tecnológicos.

Aún así, ninguna comodidad será nunca la suficiente para mí, nunca me harán cambiar de parecer respecto a mi preferencia ante los libros tradicionales. Me gusta que las hojas cojan un tono amarillento después de muchos usos, ese amarillo viejo, es uno de mis colores favoritos, por lo que representa un libro. Siempre he visto los libros como algo muy valioso; despiertan la imaginación, te transportan a mundos totalmente nuevos y sí, me reconforta tener un libro entre mis manos porque sé que de esa manera, nunca estaré sola, y para mí un libro muchas veces será, y es, mejor compañía que una persona.
Está claro que las palabras como tales serán las mismas tanto en un papel como en un soporte digital, pero creo que siempre va a ser más positivo el sabor que nos deje un libro tradicional que el de un formato digital. Puede que por una vez, el avance tecnológico no sea necesariamente lo mejor.

Tipología textual

MUNDOS EN EL BOLSILLO

Es un texto periodístico; está tratando el tema en un espacio reducido. Se puede ver cómo el castellano más moderno tiene cabida aquí; software (l.16), iPod (1.21), iPhone (l.21)... Hay una referencia a la realidad de ahora (l.21). Además, tiene un título llamativo, propio del mundo periodístico y de la prensa sensacionalista. El título "Mundos en el bolsillo" es una metáfora literaria, y no tiene referencia alguna para alguien que lee el texto de primeras.

Pertenece al género de opinión, pudiendo ser del género de la columna o del artículo de opinión. Podemos deducir eso por diversas razones. Encontramos un léxico valorativo y figuras retóricas valorativas, es decir, abunda la rebundancia. La palabra más subjetiva es infame (l. 4), y podemos encontrar metáforas que se únen a ese léxico valorativo y subjetivo: Pantano de tedio, máquina de angustias... También se puede apreciar la presencia del yo; llevé (l. 11), no sé (l.13)... Otra de las características propias del artículo de opinión es que está firmado (Antonio Muñoz Molino). Además, hay una peculiaridad y es la incoherencia de estilo. Hay un registro llamativo en la que conviven palabras coloquiales con cultismos, por ejemplo, garrafón e infame.

Para finalizar, pertenece al tipo argumentativo y expositivo. Hay una conclusión a la que se quiere llegar: el libro de bolsillo todavía tiene unas virtudes ante los libros tecnológicos. Para defender su tesis recurre a argumentaciones, como su experiencia personal. Hay una clase de advertencias, o aclaraciones para los lectores: "no es cuestión de elegir" (l. 25) o "lo que da el libro de bolsillo" (l.25). Es una manera que el autor tiene para convencer al lector de su deseo. Es de ésta manera cómo tiene en cuenta al lector.

Redacción

EL ABUSO DE IMÁGENES ARRUINA LA REFLEXIÓN CULTURAL

Son cada vez más las imágenes que llegan a nuestro cerebro. El problema no son las imágenes en sí, sino el lugar de origen de ellas. Actualmente, los aparatos electrónicos, especialmente las televisiones y los ordenadores si nos referimos a este tema, están en la cumbre, gozando de un éxito del que no se podía esperar hace diez años. Peligroso éxito.

Las imágenes no son difusas. Las imágenes son nítidas, tan nítidas que nublan la realidad, haciéndonos llegar hasta nosotros una realidad alternativa que no nos produzca más que deseo por seguir alimentándonos de ellas. Ahí es cuando se produce el abuso. No digo que no esté bien recibir información de la televisión o del ordenador, un poco de diversión nunca viene mal, pero lo que no se puede dejar es que esas imágenes nublen una realidad que de por sí, actualmente no está muy clara.

De algún lado tiene que venir este masivo uso de las mencionadas imágenes. Los aparatos electrónicos están instalados en nuestra vida como algo rutinario; la mayoría de la población ya no concibe su vida sin teléfonos móviles, televisiones, reproductores de música u ordenadores. Todos tienen tiempo para los digitales, pero no tienen una pequeña hora al día que dedicar a otro tipo de imágenes; las de los libros.

Los libros, a diferencia de la televisión, nos transmiten las imágenes a través de nuestra imaginación, por lo que de alguna manera nos hacen pensar. Y a eso es a lo que tenemos que acostumbrarnos, a pensar un poco más. Lo que no se puede hacer, es dejar todo el trabajo a la televisión que hoy en día no está más que llena de princesas del pueblo a cada cual más vulgar, y futbolistas que parece que han salido del ring y del zoo. No creo que sea lo más recomendable llenarse la cabeza de pájaros y olvidarse del pensamiento propio, de las imágenes propias.

Uno tiene que buscar esas imágenes que le van a llenar, que le van a ser útiles y le van a ayudar a ser felices. Y esas son las más difíciles de encontrar, las que quizás no nos llegan a cada instante a través de la caja tonta o de la pantalla del ordenador, las que quizás requieren que dediquemos una parte de nuestro tiempo a buscarlas. Pero merece la pena.

Merece la pena, si al final del camino lo que encontraremos serán imágenes reales como las de antaño, y no las imágenes manipuladas y superficiales que están tanto de moda. Demos una oportunidad a la realidad.

viernes, 10 de febrero de 2012

EL ABUSO DE LAS IMÁGENES ARRUINA LA REFLEXIÓN CULTURAL

Hoy en día, las imágenes están presentes en nuestras vidas, por ejemplo en la televisión, en los carteles de anuncios, en Internet, etc. La gente, en especial los jóvenes, somos los que más nos alimentamos de ellas.

En mi opinión, el abuso de las imágenes arruina la reflexión cultural.
Por un lado, tenemos las escenas de guerras, conflictos, catástrofes,…que nos proporcionan algunos telediarios sin descanso alguno, nos atrapan sin que podamos evitarlo, pero no provocan en nuestro interior una reflexión más profunda y duradera, con lo cual la información que asimilamos es mínima

Por otro lado. Los políticos cuidan demasiado su apariencia y su entorno, creando un modelo superficial. Al mismo tiempo transmiten unos mensajes simplistas con los que intentan atraer a un electorado poco reflexivo que se deja llevar por esta artimaña.
Hay incluso gente que vive gracias a su imagen: jóvenes bellezas, actores que posan, “triunfitos” que se pasean por los platós,…

La gente dirige más atención a estas estampas que a las situaciones que requieren otro interés más reflexivo y maduro.

En conclusión, las imágenes nos son muy útiles para explicarnos muchos hechos pero es evidente que nuestra reflexión cultural está distorsionada por el abuso de estas,

martes, 31 de enero de 2012

EL ABUSO DE LAS IMÁGENES ARRUINA LA REFLEXIÓN CULTURAL

Desde hace unos años los padres acostumbran a poner a sus hijos delante de la tele, viendo cualquier cosa, para entretenerles y que ellos, mientras tanto, puedan estar tranquilos haciendo lo que tengan que hacer y sin preocuparse de los niños.

Aunque esta idea tiene lados positivos, también tiene sus pros. Por un lado, es cierto, que de vez en cuando viene bien ponerles la tele, y así están todos tranquilos, tanto los padres haciendo sus tareas, como los hijos viendo a Bob Esponja. Pero, ¿es bueno que toda la información que reciben los niños sea a base de imágenes? Y es que, la mitad del día la pasamos viendo imágenes, ya sea en el ordenador, en la televisión o con los video-juegos. Estamos acostumbrados a que toda la información que recibimos sea mediante imágenes, tan rápidas que no nos da tiempo a procesarlas.

Llegados a una edad, entiendo que sea normal pasar cierto tiempo delante de pantallas, ya sea por razones de trabajo o de ocio. Pero me parece una pena que los niños pasen más de la mitad de su tiempo delante de estas. En la época de mi madre sólo existía la televisión, pero no como la de ahora, sólo se emitían las noticias, no había ni series ni programas. Y no por eso los niños estaban muertos del asco sin sabes qué hacer, todo lo contrario, yo diría que incluso valoraban el tiempo mejor que los de hoy. No necesitaban la wii para jugar en familia, en lugar de eso hacían puzles o jugaban al veo-veo. A la hora de ir de viaje no existían los DVD-s portátiles para que los niños no molestaran mientras el padre conducía, se inventaban juegos, y así mataban el tiempo. Tampoco había que discutir sobre qué película ver a la noche, el que no quería irse a las diez a la cama aprovechaba a leer. ¿Y dónde se ha quedado todo eso?

En mi opinión, deberíamos pasar más tiempo disfrutando de los nuestros que viendo a la Esteban contar su vida. Hay que saber estar sin música y sin nada, y valorar lo que tenemos.

LA ESPAÑA ESPERPÉNTICA DE HOY

Sí buscamos en el diccionario de la RAE el término esperpento, veremos que tiene tres significados. El primero lo definiría así: hecho grotesco o desatinado. El segundo diría que es u género literario creado por Ramón del Valle- Inclán, escritor español del 98, en el que se deforma la realidad, recargado sus rasgos grotescos, sometiendo a una elaboración muy personal el lenguaje coloquial y desgarrado. Y por ultimo encontraríamos: persona o cosa notable por su fealdad, desaliño o mala traza.

A la hora de pensar en hechos grotescos de España encontraremos muchos ejemplos. Por un lado, ¿cómo es posible que gente que no ha hecho nada en la vida se dedique a contar su vida privada, que por lo visto interesa a muchos, en la televisión y que ganen en un mes lo que muchos no consiguen en dos años? Ya no hace falta matarse a estudiar medicina para tener un buen trabajo que te permita varios caprichos, con tener una vida privada jugosa basta, y o más vergonzoso es que la gente se pase cuatro horas diarias viendo como se insultan unos a otros. Otro ejemplo lo podemos encontrar en la política, y es que ya no hace falta tener ninguna base para tener u buen puesto, con tener enchufe es más que suficiente, porque hoy en día son muchos los políticos que meten familiares o amigos en cargos importantes, o por lo menos cargos, que ya les gustaría a muchos parados, sin tener ninguna experiencia en el sector.

Lo que ganan los futbolistas por correr detrás de una pelota y representar a una ciudad es mucho más de lo que gana un funcionario después de haber trabajado toda la vida. Porque aunque a los treinta años dejen de jugar, seguirán dedicándose, en muchos casos, al mundo del futbol y seguirán teniendo un sueldo elevado.

En esta crisis que está sufriendo España creo que habría que replantearse la forma de llevar las cosas. Es decir, en mi opinión lo mismo que están recortando los salarios de los funcionarios, los primeros que sueldos que deberían recortar son los de los propios políticos, y que dejen de viajar en primera clase. También creo que los recortes que han hecho en sanidad no son justos y que se debería recortar de otro lado, para que no pierdan siempre los mismos.